En los
últimos días hemos recibido noticias de la Prisión de Tetuán sobre la situación
de un recluso español, José Fernández, natural de Sevilla, con 67 años de edad,
condenado a seis meses de reclusión, diabético, que en este momento está
ingresado en la enfermería del Centro Penitenciario, afectado por tuberculosis
contraída en su tiempo de estancia en prisión.
Se encuentra en situación grave
por no habérsele suministrado medicación para el azúcar durante 14 días, fue
ingresado en un hospital durante 20 días y regresó con extrema delgadez y un
brazo con apenas movilidad, al parecer ha sufrido un ictus, según su propio testimonio no comió nada en el
hospital porque la comida era incomestible y su atención fue pésima durante el periodo de hospitalización.
Permanece atendido por dos compañeros de celda, que le limpian y cambian los
pañales que ha llevado el Consulado, le alimentan con algún caldo caliente, yogur y alguno de los comestibles que les llevan sus
familiares.
Únicamente restan doce días para que cumpla su condena, por lo que
es urgente su traslado a un Centro Médico, si es posible en España, para que
sea atendido con dignidad, humanidad y pueda recuperarse en un tiempo con
atención especializada.
Los compañeros que han estado en contacto con él, debido al hacinamiento en celdas durante veinte horas al día, deben ser sometidos a prueba diagnóstica de tuberculosis de forma inmediata para evitar su contagio.
El Estado Español debe cumplir con la Convención de Derechos Humanos para todos los
ciudadanos que tienen la nacionalidad española, se encuentren donde sea y en
mayor medida, instar a otros estados a que colaboren en su cumplimiento.