Desde el inicio del confinamiento por la pandemia global, que aún seguimos padeciendo, no nos hemos puesto en contacto con familiares y condenados en el territorio al que dedicamos nuestra labor, es verdad que este trabajo en la sombra tampoco ha sido, en la mayoría de los casos, divulgado con frecuencia; solo en los casos más urgentes y relevantes.
En la actualidad, queremos poner el énfasis en la situación de hacinamiento de los presos en cárceles marroquíes y el posible contagio por COVID19. Si tenemos en cuenta que la transmisión se produce por contacto, aerosoles en el ambiente y el número de horas diarias en cada módulo, no podemos entender la falta de información, el silencio ante este desastre humanitario.
En las prisiones con cientos de preventivos y en módulos de más de sesenta personas, por lo que sabemos, se han prohibido las visitas de familiares para no tener contacto con el exterior, desconocemos qué protocolo están siguiendo los funcionarios y trabajadores de los Centros de Detención.
Solicitamos a las Autoridades Españolas, Consulados y Embajada, hagan una intensiva vigilancia sobre los detenidos condenados en Marruecos, de carácter presencial o telemática, reclamando datos a los Organismos Marroquíes y Centros Penitenciarios y solicitando programa de prevención y restricciones de las personas en su doble situación de emergencia, por privación de libertad y riesgo sanitario.
En Marruecos, la Administración Española tiene suficientes medios consulares, diplomáticos y de justicia para afrontar esta demanda en defensa de los Derechos Humanos y aplicación del Convenio de traslado para cumplimiento de condena entre ambos países.